William Shakespeare dijo: “De todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse a sí mismo” y no seré yo quien le lleve la contraria a este gran sabio y conocedor de la psique humana.
En mi opinión , el autoconocimiento debería estar presente en nuestras vidas no tanto como un objetivo, sino como un VALOR. La diferencia principal es que un objetivo, es una meta alcanzable (p.ej. leer un libro semanal, trabajar en un proyecto concreto , correr la San Silvestre, etc) . Y un valor nunca se llega a alcanzar del todo. Siempre puedes conseguir acercarte más , pero nunca lo tendrás completamente. (p.ej. ser amable, ser generoso, ser un buen artista, etc. ) Difícilmente llegará el día en el que puedas asegurar que ya te conoces al 100%. Por tanto un valor es una dirección a seguir. Nos orienta en nuestra toma de decisiones , para conseguir acercarnos a él.
Existen infinidad de formas válidas para conocerse. Tantas diría yo, como personas. Cada cual , a través de sus experiencias, de su capacidad analítica, de la autoobservación, de su entorno, del trabajo corporal, la meditación,... va creándose un esquema de sí mismo y con ello, su autoconcepto.
Aunque a priori se podría dar por hecho que todas las personas, a partir de ciertas edades, deberíamos tener un autoconcepto bien formado , la realidad es que tenemos una asignatura pendiente en este terreno. Y es algo que no deja de sorprenderme.
Os describo una situación en consulta muy habitual:
yo: " ...me gustaría conocer los rasgos de personalidad que mejor te definen ... podrías compartirlos conmigo? "
paciente: "... mmmm....bueno....no sabría decirte. "
yo: " inténtalo. dime tres características con las que te puedas identificar, positivas o negativas."
paciente: "... no sé. tendría que pensarlo más o preguntar a los demás. No lo he pensado nunca".
Evidentemente, al insistir, y al generar la oportunidad en la persona de PARARSE A PENSAR ACERCA DE SI MISMO , aparecen esos rasgos de personalidad, y esa definición de uno mismo, pero suele ser de un modo muy básico y superficial.
Una de las herramientas que me gusta utilizar para facilitar ese proceso de autoconocimiento, es " La Ventana de Johari" (creada por los psicólogos Joseph Luft y Harry Ingham. La palabra Johari se conformó con las primeras letras de sus nombres).
Se basa en la existencia de cuatro áreas de la personalidad :
1) AREA PUBLICA: es la parte de mi personalidad más evidente. La que comparto habitualmente con mi entorno , por lo que es conocida también por los demás. Son aquellos rasgos que tanto tú como tu entorno emplearían para describirte.
2) AREA OCULTA: es aquella parte de mi personalidad que no suelo compartir. Quizás sólo lo comparto con personas de mi máxima confianza. O quizás , con nadie y la conserve como mi área secreta.
3) AREA CIEGA: ésta me parece muy interesante. Alguna vez , alguien ha opinado algo sobre ti , que te ha sorprendido ,(para bien o para mal) ?? Incluso algo, que rechazas, y que no identificas como característico tuyo?? Pues bienvenido a tu área ciega de la personalidad. No somos conscientes de TODO lo que somos. Y siempre me ha parecido un GRAN REGALO, que alguien te descubra algo de ti, que previamente desconocías.
4) AREA DESCONOCIDA: ésta sin duda es mi preferida. Es todo aquello que te puede definir, en potencia. Lo que tú aún no has descubierto de ti mismo, ni los demás. Pero no por ello, no existe. Es sólo que aún no has tenido la oportunidad de descubrirlo. Es difícil saber si serías un gran violinista, si nunca has intentado tocar un violín. O una gran comunicadora , si nunca has dado una conferencia . Es , lo que yo llamo, el AREA SORPRESA!
Ahora que ya has entendido cada área de la personalidad, te animo a que descubras sus contenidos. Te propongo un ejercicio que resulta muy útil y consiste en elegir, los 10 rasgos de tu personalidad que consideres que te definen mejor. Solicita lo mismo a 5 personas de tu entorno, que te conozcan bien, y a quienes les puedas pedir máxima honestidad. Después compara la información. De manera que los rasgos en los que coincidís, serían parte tu área pública; aquellos que sólo has indicado tú, formarían parte de tu área oculta; y los que te atribuyen los demás pero tú no los has contemplado, conformarían tu área ciega . Quedaría por descubrir la misteriosa área desconocida.
Es aquí, donde le explico al paciente, que si realmente quiere convertirse en una versión de si mismo mejorada, es necesario que se mantenga abierto al cambio, a mirarse con otros ojos, a darse la oportunidad de ser diferente, de redescubrirse. Porque hasta que no pones realmente a prueba un rasgo, y te comprometes con él, no sabes si puede formar parte de tu repertorio. Por tanto, si añoras poseer algún rasgo que por circunstancias no has podido desarrollar, nunca es tarde para buscar en tu área desconocida, y prepárate para sorprenderte!
Aquí te dejo un par de tablas, por si te animas a realizar el ejercicio que te he propuesto.
Hasta el próximo post!
Y ya sabes: CONOCERSE ES UN ARTE APASIONANTE!
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